Construimos esta casa alrededor de un piano cuyo sonido debíamos de contener. En un terreno de 220 m2, debíamos conseguir que el pianista obtuviera correctas condiciones acústicas en un espacio amplio para poder dar recitales y clases en grupo; y al mismo tiempo proteger de la música y los ensayos constantes a los vecinos y el resto de los habitantes de la casa.