El estudio cinco es un edificio de bajo presupuesto, para acoger a un taller para diferentes artistas y otros de de diversas disciplinas en la ciudad de Cuernavaca. Se compone de cinco espacios, cuya finalidad es integrarse con el contexto y el paisaje, para que cada uno pueda disfrutar del clima y las vistas de la región. La cafetería, de 90 metros cuadrados, la galería principal de 140 m2, de siete metros de altura para que los artistas trabajen en conjunto y que se puedan llevar a cabo exposiciones y conciertos, una zona de talleres individuales de 90 metros cuadrados, una explanada intermedia de 150 m2, para llevar a cabo exposiciones abiertas y sea el vínculo entre la cafetería y los talleres; y una terraza, tomando ventaja de la cubierta de la galería como un techo verde para trabajar las disciplinas al aire libre.
La idea surge cuando construimos Cafe Cinco donde nos vimos en la necesidad de adecuar un baño muy económico para los usuarios. En nuestra búsqueda de soluciones, encontramos el trabajo del arquitecto Andreas Strauss que en el 2006 recicló tubos de concreto para adecuar habitaciones en un hotel. Conseguimos reciclar un tubo de 2.44m de diámetro por 3.50m de largo y al hacer nuestro baño nuestro cliente decidió hacer un Hotel con las mismas características que Desparkhotel. Sobre un terreno que se encuentra en la periferia de Tepoztlán, con excelentes vistas panorámicas de la Sierra del Tepozteco y en un entorno arbolado de características fuera de lo común, se ha generando un ambiente natural y extraordinario para nuestro propósito.
En una antigua casa con un terreno extenso y con dos accesos, tomando en cuenta la ubicación de los árboles existentes y de la orientación, proyectamos un pequeño edificio con locales comerciales para rentar. Con poco presupuesto, decidimos dividir y tomar del jardín (sobre el extremo de mayor afluencia vehicular) aproximadamente 400 metros cuadrados.
Esta casa se encuentra en Cuernavaca y está compuesta por dos volúmenes principales que se confrontan a partir de un patio que los atraviesa. Uno de ellos, el orientado al Oriente, está totalmente abierto en planta baja y el otro, orientado al Poniente, totalmente cerrado al sol.
Construimos este pabellón en Cuautla, cerca del ingenio de Casasano, en el más prestigiado vivero de Morelos.
Decidimos hacer una estructura de concreto que envejezca junto con el jardín. Por un lado, la arquitectura en las instalaciones de Floraplant son ligeras y de estructuras galvanizadas con cubiertas de maya sombra; nosotros decidimos contrastarla con una construcción pesada que eventualmente parezca una ruina en el sitio.