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Obras Realizadas

Estudio Cinco

El estudio cinco es un edificio de bajo presupuesto, para acoger a un taller para diferentes artistas y otros de de diversas disciplinas en la ciudad de Cuernavaca. Se compone de cinco espacios, cuya finalidad es integrarse con el contexto y el paisaje, para que cada uno pueda disfrutar del clima y las vistas de la región. La cafetería, de 90 metros cuadrados, la galería principal de 140 m2, de siete metros de altura para que los artistas trabajen en conjunto y que se puedan llevar a cabo exposiciones y conciertos, una zona de talleres individuales de 90 metros cuadrados, una explanada intermedia de 150 m2, para llevar a cabo exposiciones abiertas y sea el vínculo entre la cafetería y los talleres; y una terraza, tomando ventaja de la cubierta de la galería como un techo verde para trabajar las disciplinas al aire libre.

© Luis Gordoa

Hemos trabajado con los niveles de tierra para que cada uno de los espacios tuviera una vista directa hacia el norte, a la Sierra del Ajusco y el Tepozteco. Tratamos de utilizar sólo materiales reciclados de residuos industriales y las rocas de excavación adecuadas.

© Luis Gordoa
La galería principal conecta a todos los talleres en un segundo nivel, permitiendo a los artistas compartir su trabajo de manera directa. Tanto los talleres como la galería tienen ventanas direccionadas a la luz del norte, mientras que algunos de los puntos de vista son el control hacia el este, desde donde se puede ver el volcán Popocatépetl. La altura de cada espacio tiene su propio propósito, siendo el respeto del medio ambiente el más importante. Los materiales que hemos elegido, tienen extrema en relación con el lugar, por lo que es casi una extensión del terreno.
© Luis Gordoa

El café cuenta con un sistema de puertas de acero reciclado, que a partir de poleas y rieles, se abren y corren para dejar la cubierta totalmente libra. Carece de vidrio de modo que el aire fresco circula libremente de norte a sur y la vista principal hacia los volcanes del este se encuentra a unos dos metros sobre el nivel de la calle.

© Luis Gordoa

Hacia el norte, donde se disfruta de la Sierra del Tepozteco y el Ajusco, colocamos las fábricas para que la vista desde el café no fuese interrumpida. Se diseñó una estructura central para recibir las cargas de las armaduras de ambos lados que forman el espacio de la fábrica y la cubierta de la galería.

© Luis Gordoa

Los distintos espacios se colocan en sus niveles, como si fueran terrazas de cultivo, lo que le permite a todos estar relacionados en un mismo espacio. La fachada de esta cubierta cuenta con paneles de luz de fibra de vidrio reciclado, que en secuencia le entrega al edificio un aspecto del color de la tierra de la región y que consigue que no se vea como una estructura pesada en los alrededores.

TuboHotel Tepoztlán

La idea surge cuando construimos Cafe Cinco donde nos vimos en la necesidad de adecuar un baño muy económico para los usuarios. En nuestra búsqueda de soluciones, encontramos el trabajo del arquitecto Andreas Strauss que en el 2006 recicló tubos de concreto para adecuar habitaciones en un hotel. Conseguimos reciclar un tubo de 2.44m de diámetro por 3.50m de largo y al hacer nuestro baño nuestro cliente decidió hacer un Hotel con las mismas características que Desparkhotel. Sobre un terreno que se encuentra en la periferia de Tepoztlán, con excelentes vistas panorámicas de la Sierra del Tepozteco y en un entorno arbolado de características fuera de lo común, se ha generando un ambiente natural y extraordinario para nuestro propósito.

© Luis Gordoa
El objetivo era tener la posibilidad de construir rápido y a un costo muy accesible un hotel que diera servicio al turismo de Tepoztlán a demás de que fuera un concepto totalmente nuevo para la región. Con una proyección de 20 habitaciones, iniciamos la construcción de los primeros módulos. A diferencia del hotel de Andreas Strauss, nosotros colocamos las habitaciones (tubos) en módulos de tres, para aprovechar el terreno en la medida de lo posible.
© Luis Gordoa
Nuestra oficina se encargo de hacer un plan general y la construcción del primer módulo de 3 tubocretos, posteriormente, la administración del Tubohotel se ha encargado de construir los módulos restantes.
El orden de los tubos es aleatorio con respecto a la topografía del terreno. La construcción se llevo a cabo en un periodo de 3 meses.

Locales en Ordaz

En una antigua casa con un terreno extenso y con dos accesos, tomando en cuenta la ubicación de los árboles existentes y de la orientación, proyectamos un pequeño edificio con locales comerciales para rentar. Con poco presupuesto, decidimos dividir y tomar del jardín (sobre el extremo de mayor afluencia vehicular) aproximadamente 400 metros cuadrados.

© Luis Gordoa

En planta baja, dividimos modularmente la estructura para conseguir tres locales de dimensiones iguales, a doble altura (para poder hacer tapancos) y con la posibilidad de ser rentados juntos (lo que ha sucedido con el Café que actualmente da servicio).

Cortesía de T3arc
En planta alta se encuentra un Taller de Arquitectura con unas dimensiones aproximadas a 200 m2. La estructura general es de marcos de concreto y losas de dovela y vigueta pretensada de concreto. En general, se ha buscado una arquitectura simple y económica que permitiera una rápida construcción y un mejor aprovechamiento del espacio exterior.
© Luis Gordoa

El reto más importante, era generar un nuevo jardín a la casa y que no fuera afectado por el edificio que en total tiene 8 metros de altura. De modo que dividimos el jardín con un muro de piedra de la región y partimos su altura con una celosía de tabique que igualmente permite la ventilación y una indirecta iluminación de la planta Alta.

© Luis Gordoa

El jardín permanece con una muy buena dimensión a la vez que nuestro edificio pareciera estar ahí desde un principio. Una línea de árboles en el frente del terreno, protege al edificio del sol mientras que permite aprovechar con terrazas la parte baja y exterior del mismo. El edificio se pierde en el contexto y da un respiro a la calle que con banquetas continuas comparte sus árboles a los vecinos.

Casa LQ20

 Esta casa se encuentra en Cuernavaca y está compuesta por dos volúmenes principales que se confrontan a partir de un patio que los atraviesa. Uno de ellos, el orientado al Oriente, está totalmente abierto en planta baja y el otro, orientado al Poniente, totalmente cerrado al sol.

© Luis Gordoa

La comunicación entre los dos cuerpos es a través de un puente cubierto por una losa aligerada que forma un gran espacio abierto pero cubierto a la mitad del patio. Su fachada es prácticamente cerrada al exterior, excepto por una ventana en la recamara principal que se abre hacia una línea de Eucaliptos y Laureles que está a la distancia.

© Luis Gordoa

El sol de la mañana, entrará por la misma solo un par de horas, permitiendo que estos árboles se disfruten el resto del día.

Pabellón FloraPlant

Construimos este pabellón en Cuautla, cerca del ingenio de Casasano, en el más prestigiado vivero de Morelos.

© Luis Gordoa

Se trata de un espacio para mostrar las flores que están a la venta y a la vez dar servicio de sanitarios a los visitantes; una sombra para poder descansar después de los viajes largos que recorren transportistas para comercializar estas plantas de ornato.

© Luis Gordoa

Hicimos esta construcción de aproximadamente 200m2 con la intención de que el jardín permitiera tener un recorrido por el cual ver los diferentes tipos de flores antes de comprarlas y al mismo tiempo poder disfrutar de las vistas que ofrece el contexto. La hacienda Calderón a unos cuantos metros, un acueducto enmarcado en las faldas de la sierra del Tepozteco y de Tlayacapan, así como del volcán Popocatepetl, pueden ser apreciados desde el mirador piramidal en el jardín superior.

Planta
Planta
 

Decidimos hacer una estructura de concreto que envejezca junto con el jardín. Por un lado, la arquitectura en las instalaciones de Floraplant son ligeras y de estructuras galvanizadas con cubiertas de maya sombra; nosotros decidimos contrastarla con una construcción pesada que eventualmente parezca una ruina en el sitio.

© Luis Gordoa

Buscamos separar la función de producir las plantas con disfrutarlas en un contexto más decorativo, de modo que decidimos esconder nuestra estructura detrás de un muro de cristal con imágenes de flores, que permitieran acercarnos sin ver el jardín, preparando al visitante para no sentirse dentro del vivero por un rato mientras escoge que plantas comprar.

© Luis Gordoa

También construimos un pequeño módulo de oficinas, con una estructura de concreto que dado el presupuesto dejamos aparente en todas sus partes. En planta baja tenemos un comedor y solo cuatro columnas forman la estructura. Intentamos protegerla del sol con una marquesina perimetral.